
Cuídate de mis silencios cuando dejé de extrañar tus llamadas matutinas, sólo con el interés de desearme buenos días.
Cuídate de mis silencios cuando ya no pregunte dónde estás o si vendrás a acompañarme a almorzar.
Cuídate de mis silencios, cuando no me de cuenta de la hora cuando pises nuestro hogar al amanecer.
Cuídate de mis silencios, cuando deje de preguntar ¿Qué ves?; ¿Qué haces?; ¿De qué trata esa película rara?
Cuídate de mis silencios cuando haga planes para mis fines de semana y tú no estés en ellos.
Cuídate de mis silencios cuando ya no te desee buenas noches y simplemente te de la espalda a la hora de dormir.
Cuídate de mis silencios cuando elija qué comer, qué preparar o qué tomar sin siquiera consultarte.
Cuídate de mis silencios cuando a la hora de vestir no te pregunte cuál vestido me entalla o qué color de pelo acentúa mejor mis ojos.
Cuídate de mis silencios. Es posible que un día mi silencio se convierta en ausencia.
Foto de: Anastasia Kolchina