Y después de la fiesta, el bizcocho, el vestido, los invitados y los regalos. la luna de miel, la organización del nuevo nido de amor… entonces llega el momento de la verdad. Cuando nuestras vidas se vuelven costumbres y terminamos con la odiosa rutina mudada entre nosotros dos.
Poco a poco regresamos a adaptarnos al mundo que dejamos, sólo que ahora llevamos la diferencia de que estamos casados.
¿Por qué ser fiel? ¿Existe alguna excusa que rompa la promesa de amor eterno y nos de permiso para faltar a nuestro compromiso?
Una pregunta llega, luego otra y cuando menos te das cuenta todo se convierte en una bola de nieve cada vez más grande ¿Cómo mantener la fidelidad en el matrimonio?
Lo admitas o no ahora te toca defenderte de tus propias ideas. Y encontrar dentro de la misma aburrida rutina, inspiración para no fallar.