Casarme contigo

En el blog de Paolo Cesare, encontré un hermoso post. Es una queja personal, una explicación con la que externa sus sentimientos más profundos, respecto a un tema en el cual todos nos hemos visto involucrados. Hombres y mujeres. Suele salir a relucir cuando es más difícil defenderte, cuando escuchas al mayor de tus parientes decir: «¿Y tú, mi hijit@, cuando te casas?»

Mi querido Paolo ofreció su mejor defensa en este post. La tendré pendiente para recomendarla a quien estando en mi entorno, la necesite. Tal cual como él lo describió en Cásate conmigo, el matrimonio no debe venir a justificar ninguna situación, ni personal ni social. Debe llegar porqué así lo desean los involucrados.

Al comentar, personalice mis palabras y siento que me quedé corta. El escrito me motivó a decir cosas que pocas veces me atrevo a confesarte. Las imágenes tienden a distraer, así que prefiero transcribiste las letras y que entiendas lo que te quiero decir.

Puedo no roncar por las mañanas
Puedo trabajar de sol a sol
Puedo subirme hasta el Himalaya
O batirme con mi espada
Para no perder tu amor
Puedo ser tu fiel, chófer, mujer
Todo lo que te imaginas puedo ser
Y es que por tu amor volví a nacer
Tú fuiste la respiración
Y era tan grande la ilusión
Pero si te vas que voy hacer
Planchar de nuevo el corazón
Se pone triste esta canción

Quiero casarme contigo
Quedarme a tu lado
Ser el bendecido con tu amor
Por eso yo quiero
Dejar mi pasado
Que vengas conmigo
Morir en tus brazos dulce amor
Por eso yo quiero

Puedo boxear en las olimpiadas
Puedo mendigar por tu perdón
Puedo mudarme a la castellana
Agua fría por las mañanas
Y alinear en el Unión
Puedo ser tu fiel, chófer, mujer
Todo lo que te imaginas puedo ser
Y es que por tu amor volví a nacer
Tú fuiste la respiración
Y era tan grande la ilusión
Pero si te vas que voy hacer
Planchar de nuevo el corazón
Se pone triste esta canción

Quiero casarme contigo
Quedarme a tu lado
Ser el bendecido con tu amor
Por eso yo quiero
Dejar mi pasado
Que vengas conmigo
Morir en tus brazos dulce amor
Por eso yo quiero casarme…
Puedo tantas cosas en mi vida
Por tu amor…

¿Cactus o rosas?

flores, rosas, cactus

«Un hombre preguntó a un sabio si debía quedarse con su esposa o su amante. El sabio tomó dos flores en su mano: una rosa y un cactus, y le preguntó al hombre:

– Si yo te doy a escoger una flor, ¿cuál eliges?

El hombre sonrió y dijo: ¡La rosa es lógico!

Ante esto el sabio respondió:

A veces los hombres se dejan llevar por la belleza externa o lo mundano y eligen lo que brille más, lo que valga más. Pero en esos placeres no está el amor. Yo me quedaría con el cactus porque la rosa se marchita y muere. El cactus en cambio sin importar el tiempo o el clima seguirá igual, verde con sus espinas. Y un día dará la flor más hermosa que jamás hayas visto. Tu mujer conoce tus defectos, tus debilidades, tus errores, tus gritos, tus malos ratos y aún así está contigo. Tu amante conoce tu dinero, tus lujos, los espacios de felicidad y tu sonrisa, por eso esta contigo. Ahora dime hombre… ¿Con quien te quedarás?