Se me olvido que te había olvidado… Simplemente lo borré de mi memoria, por eso cuando regresaste fue tan fácil para ti envolverme nuevamente en tus redes…
Por olvidar que te había olvidado volví a creer en cada una de tus caricias… Volví a desear tus besos…
Que contradicción. Me acordé de todo cuando te vi… todo volvió a mi… recordé las sensaciones que provocaron tus manos en mi piel… mis labios anhelaron nuevamente los tuyos… de mi boca un suspiro involuntario te hizo saber la falta que me hacías… mis ojos no lograron mantener como antes tu mirada… y hasta el rubor de mis mejillas se hizo presente… tal vez solo para darte la bienvenida.
Se me olvido que te había olvidado… y un vórtice de intensos recuerdos invadieron mi mente… Ella fue la culpable… Nunca dejo de estar en cada uno de nuestros encuentros. Esta vez no fue la excepción, el sentirla sobre mi fue posiblemente lo que reactivó esa parte de mi cerebro que estaba dormida.
Olvidé los resentimientos que tenía guardados, las rabias acumuladas y la dolorosa decepción que dejaste al marcharte. Olvidé que debía odiarte por tus mentiras y falsedades. Olvidé las noches de penas que me provocaste así como las lágrimas que por ti derramé. Olvidé los sueños destrozados y los planes tronchados que dejaste en mi camino.
Olvidé que te había olvidado y lograste tirar al suelo mis defensas. Olvidé que te había olvidado… y tal vez por eso tu recuerdo ahora es más reciente.