Rechazo. Me niego a sentir lo que siento, a pensar lo que pienso. A sentirme derrotada y vencida. No quiero dejarme llevar. Quiero echar el pleito, dar la batalla y mantenerme en pie. Es la elección que hice, el juramento que asumí, la promesa que cumpliré. Que me ayude a seguir la ruta trazada. No pienso tirar la toalla, ni rendirme. Es sólo un respiro lo que requiero. Aún conservo el marcado interés en encontrar el impulso de seguir adelante. Sé que lograré mantenerme a flote. Estoy empeñada en eso.