He encontrado esto en el blog de «Latidos» y me deja pensando. Todo es según el cristal con el que lo miras. Cuando ella fue la victima esto estaba mal y requería intervención de los espectadores. Cuan él fue la victima la situación cambió. Nadie intervino, nadie opinó, nadie defendió, muchos rieron.
Este es el tipo de cosas que nos obliga a pensar que no estamos bien… lo triste es que la historia nos ha mostrado que las cosas no cambiaran.
Muy triste.