Regresar hizo que sentimientos de agonía y congoja cubrieran mi corazón llenándolo de recuerdos.
Aquella vez fue para decirte adiós, regreso después de más de dos años, y todo duele como aquella vez.
Esta vez tuve el valor de acudir a tu hogar. El lugar aún tiene tu olor y tu esencia. Todo me recuerda a ti.
Sigue siendo igual de doloroso descubrirte en cada esquina sabiendo que no estás… y que ya no estarás. ¿Qué puedo decirte para que dejes de doler?
En un acto enteramente masoquista, he aquí la canción con la que te despedí el 31 de diciembre de ese año.
Te extrañamos mucho.
Por circunstancias que no controlamos, regresé también al lugar donde se realizo tu acto de despedida. También ese rectángulo de cemento cerró mi garganta haciendo un nudo en mi estomago. Recordarte en ese día resulta doloroso.
En tu texto breve, logras acercarnos atu dolor…besos
Me gustaMe gusta
Lo peor es que un dolor que se recicla. Siempre con diferentes rostros, pero igual duele.
Agnyez!
Me gustaMe gusta
Tardará en pasar el dolor, o quizás nunca lo haga; siempre estará ahí lacerante. El tiempo lo suavizará si no se caé en el sufrimiento inutil, que produce recordar y evocar aquello que nos hizo tan felices y después nos provocó tanto daño.
Me encanta la canción.
Un beso
Me gustaMe gusta
Gracias. A veces resulta comentar las cosas. No guardar. Hablar aunque nadie te entienda. Solo expresarte.
Agnyez!
Me gustaMe gusta
Me uno a ese sentimiento, acabo de pasar el 3 de Enero 2014 por la pérdida de una hermana, quien me deja la valiosa enseñanza de enfrentar ese episodio desconocido con total valor!
Me gustaMe gusta
El momento siempre es inesperado, por mas que nos preparemos, solemos derrumbarnos ante la partida. Y es peor saber y reconocer que esa ausencia sera permanente. Solo nos queda, recordar con satisfaccion los momentos compartidos.
Agnyez!
Me gustaMe gusta