Cuentan que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápido con miedo, de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día y el reptil, dos días y nada.
Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:
– ¿Puedo hacerte tres preguntas?
La serpiente respondió:
– No acostumbro a dar este precedente a nadie, pero como igual te voy a devorar, pregunta.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
– No- contestó la serpiente.
– ¿Yo te he hecho algún mal? – No, volvió a responder.
– Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
– ¡Porque no soporto verte brillar!
Nota: Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. Lo juro.
Sin palabras…
Besos,
Me gustaMe gusta
Me alegro que te gustara.
Agnyez!
Me gustaMe gusta
Muy cierto….
Me gustaMe gusta
A veces insistimos demasiado en buscar las razones de porque suceden cosas malas a nuestro alrededor y olvidamos completo la simple verdad que nos muestra la verdad expresada en la parte superior de esta pagina.
Agnyez!
Me gustaMe gusta
Me encanta por su belleza, su lirismo, su brevedad y porque Agniez dice en pocas palabras lo que yo, seguramente, apenas murmuraría en diez mil palabros. 😛
Me gustaMe gusta
Gracias. Declaro que este escrito no es mío, lo encontré idóneo para compartir.
Agnyez!
Me gustaMe gusta
Es precioso igual… como la dama que lo ha compartido con nosotros.
Jack
Me gustaMe gusta