Llegar a ese parque no fue intencional. Las múltiples diligencias de su boda lo hicieron llegar hasta ahí. Lo cruzaba para acortar distancias.
Era imposible no fijarse, destacaba. La identificó por su postura, tenía un café en una mano mientras que en la otra un libro le cubría el rostro. Fue instintivo, se sentó a su lado mientras le preguntaba: “¿Qué lees?”.
El corazón de ella se congeló al escuchar esa voz. La identificó. Ya el aroma de su perfume le había dado la alarma.
– Hola – le respondió.
Él repitió su pregunta: “¿Qué lees?”
– Sólo retomo uno de los clásicos de mi autor colombiano.
– ¿Qué raro que estés repitiendo?
– Es que la literatura actual carece de la calidad de antaño.
El silencio se sentó en medio de los dos. Los ojos de él se fijaban en lo cambiada que estaba. Hacía unos cuatro años desde su despedida. Llevaba su pelo oscurecido y encima de sus hombros. Sus lentes la hacían ver tan intelectual, como el día en se habían conocido en la secundaria. Su nuevo estado le denotaba el grado de madurez adquirido.
– Te ves hermosa embarazada, tan hermosa como siempre te imaginé.
– ¡Gracias!– atinó a decir.
– ¿Sabes el sexo?
– Es niña.
– Se ha cumplido tu anhelo.
– ¿Andas de compras? – le dijo al fijarse en las bolsas que le acompañaban.
– Artículos y detalles para la boda. Finalmente me caso.
– ¿Cuándo? – preguntó ella.
– Dentro de seis meses.
– Felicidades… creo.
– Gracias, – le dijo suspirando mientras miraba el cielo gris – Me toca a mí casarme.
– Te irá bien. Te conozco.
– Me voy. Tengo que reunirme con ella.
– Gracias por detenerte. Es bueno reencontrarse con los viejos amigos.
– ¿Sólo viejos amigos?
– Fue bueno encontrarte. Punto.
Él se levantó de la banca. Le besó la mejilla y siguió su camino. Ella dejó salir un disimulado suspiro, tratando de eliminar el estrés que le había causado ese encuentro.
A cierta distancia, él miró hacia atrás, quería volver a verla. Había cambiado sus voluminosos clásicos por un moderno lector digital, pero seguía siendo la misma chiquilla de quien se había enamorado 15 años atrás.
Ella no logró concentrarse para seguir leyendo. Cerró el lector y se refugió en los recuerdos que se habían despertado.
Él siguió su camino. Ella continuó esperando al padre de su criatura. Y así regresaron a sus respectivas vidas, volviendo a ser dos extraños con recuerdos en común.
Muy bueno.! Un del pasado, que puede volver en cualquier momento.|
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Y de manera precisa cuando más lejano se tiene.
Agnyez!
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Me gustó mucho.
Besos.
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Gracias, Alberto.
Agnyez!
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15 años sin verse y le dice — Fue bueno encontrarte. Punto.
Un punto con mucha história…….
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A veces lo preferible es no molestar las avispas.
Agnyez!
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Los recuerdos que hacen mella no son recuerdos, casi siempre son cicatrices.
Bonito relato.
un abrazo,
Jesús
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Aunque sanen completamente alguna brisa de otoño nos hace mirar atrás.
Agnyez!
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la pasión no reconoce el paso del tiempo, es más clásico que nada y nos hace hacer o pensar cosas insospechadas , como si fuera ayer, con la misma fuerza, con el mismo deseo, con las mismas ganas…
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Por momentos tiende a sobrevalorar los acontecimientos.
Agnyez!h
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Hace siglos que la literatura actual no tiene el lustre que la de antaño… si ya lo decía Balzac… O lo pensaba :p
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Llegara el momento en que leeremos tanto los clásicos que podremos recitarlos de memoria.
Agnyez!
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Qué maravilla! Tus escritos me encantan!
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Nuestra triste realidad.
Agnyez
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La vida misma… Muy bonito!
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Así es. Gracias. Bienvenid@.
Agnyez!
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Los que tenemos años apelmazados, de una u otra forma lo hemos vivido… bello texto Rub
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Me halaga que un maestro de los relatos guste de las novatadas de esta aspirante.
Muchas gracias Ruben.
Agnyez!
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Hacia Tiempo Que No Te Leía… Una Vez Más Ha Sido Un Placer.
Rara Vez Alguien Plasma La Realidad De Una Forma Tan Clara… Me Ha Gustado Mucho. Un Saludo.
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Gracias… pero porque me abandonas. No te vayas por tanto tiempo, pasate por aquí, tómate un café conmigo y leamos juntos.
Agnyez!
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Bonito relato. Siempre hay alguien con quien se comparten, ya, sólo recuerdos.
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Sin necesidad de odiar, ni aborrecer.
Agnyez!
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Me ha encantado muchísimo. También tengo un extraño con quien solo comparto los recuerdos.. 🙂
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Al encontrarse de frente las miradas gritan lo que los labios callan.
Agnyez!
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Dos extraños con recuerdos en común… interesante!
Demasiados recuerdos que me impiden conformarme con menos de lo que merezco y he recibido
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