Desatar el huracán

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Sépalo de una buena vez… lo peor que puedes provocar en una mujer, es un pensamiento. Aunque parezca irónico o no termines de entender. Si pones a una mujer a pensar tendrás problemas. De sus planteamientos saldrán muchísimas preguntas. Y estoy casi segura de que no serás de capaz de responderlas siquiera la mitad de ellas.

Es que somos capaces de hilvanar miles de pensamientos con apenas un suspiro tuyo. Y lo peor de todo no es que seas capaz de responder, el detalle radicara en si tus respuestas resultan suficientemente satisfactorias.

Si al realizarte una pregunta respondes «Uju»…. ATENCIÓN: Prepárate para «¿Qué piensas?» «¿Qué tan ocupado estás que no logras responderme coherentemente» «¿Por qué piensas eso?» «Justifica tu respuesta»… Y te juro que los monosílabos no te ayudaran a salir del enredo.

Ahora bien, si piensas que no hay nada peor que esto, te informo que estas equivocado. Asume los cuestionamientos de una mujer como una simple situación que aún se puede manejar. Asústate irremediablemente cuando esa mujer se dedique a buscar ella sus propias respuestas.

NO dirá ni una sola palabra, pero igual que el Dr. Cal Lightman, de la serie “Lie to me” no te quitará los ojos de encima. Tus expresiones faciales, tu lenguaje corporal, el tono de tu voz y las palabras que uses serán empleados en tu contra. Todos estos elementos estarán bajo una constante y una minuciosa observación.

Cada gesto que solías realizar y que un día sólo olvidaste será anotado en una lista que se llenara de detalles que apenas recordaras. El beso que le negaste, la salida que le pospusiste, que movieras detalles de la casa que nunca habías tocado, que prefieras llamar al plomero en vez de hacerlo tú mismo, que un día no quieras acompañarla al super… todas esas nimiedades que solas no representan nada, juntas serán suficientemente fuerte como para provocarte toda una crisis personal.

Ya para finalizar solo un consejo tengo que externar: Responde. No está predeterminado en la personalidad masculina, lo sé. Pero en definitiva será mejor a que ella salga en busca de respuestas.

17 comentarios en “Desatar el huracán

  1. Esto me ha tocado mucho, al leerlo me he visto precisamente identificada, con ello.No son simplemente desaires de locura femenina, ni tiene que ver con dolores menstruales o premenstruales.Ni tiene que ver con la no confianza en el otro.Tiene que ver con el pequeño detalle, la hilera de ideas, como dices..como un guión que se desenvuelve y empieza el desenlace, es como reunir sin quererlo a través de ese «pensar» que todo lo que sucede alrededor, tiene sentido, o tal vez no lo tiene, pero sin duda, hay crisis, interior. Y afecta a esa mujer y a la persona que este cerca.Tiene que ver con las circunstancias obviamente. A veces es necesario, ver esos detalles y expresarlos, aunque nos tomen por locas. He tenido un episodio así justo estos dias. Y te cuestionas, ¿deberia a ver cerrado la boca?.¿Deberia no haber pensado? Cuando una queda en silencio y empiezan todas las preguntas. Y no hay respuestas.Y el otro no sabe que decir, ni que hacer o simplemente argumenta que lo que sientes es demasiado y mira hacia otro lado.Entonces sola tú misma puedes darte las respuestas si es que las hay. Empiezas a observar a la otra persona, todo eso que pasarias por alto. Cae con un peso tremendo, cualquier gesto o palabra. Pareciera que toca en un lugar profundo y todo comienza a girar, y a encontrar una forma inesperada, y veraz..Al menos saldras más esclarecido, aunque lo que veas no te guste.Gracias por este post.

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  2. Por el me gusta en mi escrito, estoy leyéndote y pienso seguir haciéndolo. Pero de éstas cuatro últimas reflexiones leídas, me detengo en ésta. Me compenetré en tus líneas, porque son un resúmen de la época actual. Si damos unos pasos hacia atrás, verías que era hasta pecado pensar. Y ante una mente en blanco, con un corset, que aprisionaba no solamente el cuerpo, fué lógico que la mujer usara lo que encontrara a su alcance para poder respirar en un aire asficiante.
    La mudez no es signo de cobardía, ni de resignación, es que cuando ya sobran las palabras, muchas veces estorban, porque no se comprende lo que se dice, no interesa, está demás…Sin espacio al diálogo.
    Me encantó tu sitio.
    Gracias por entrar a mi post
    Hasta pronto..

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