Sin darme cuenta, de mis manos se resbaló la comida que había comprado para ti. El ruido que provocó al caer, hizo que se dieran cuenta de que estaba ahí. Intentaron cubrirse, realmente no entiendo para qué.
Tus gritos al llamarme no me detuvieron, baje rápidamente las escaleras y encendí el auto sin mirar atrás.
He conducido sin norte desde hace unas tres horas. Apenas acabo de detener el motor y mirando el mar saque mi libreta para escribir.
En mi móvil hay varias docenas de llamadas tuyas, no me interesa contestarlas… ¿Qué podrías decirme?
Cae la noche, sigo con la mirada perdida en el mar, en las olas que vienen y van. Mientras mi mente divaga sin saber que hacer de aquí en adelante.
Espero que sólo sea un relato y no una vivencia, Agniezka. Gustarme me ha encantado, eso sí.
Me gustaMe gusta
A veces es un presentimiento de las cosas que podrían pasar. De haberlo vivido, creo que también hubiese huido de toda la escena. Es demasiado fuerte para mi organismo. Gracias.
Me gustaMe gusta
Bien narrado, pero que terrible¡¡
Me gustaMe gusta
El arte radica en convertir lo horrible en una bella historia.
Me gustaMe gusta
sin duda una bella historia, yo le habría contestado y le diría: no me atormentes más….
Me gustaMe gusta
Las palabras se atragantan en la garganta se impiden ellas mismas salir para darle paso a las lágrimas, dueñas absolutas del alma.
Me gustaMe gusta
Hace bien en no contestar, corría el riesgo de ser convencida.
Me gustaMe gusta
A veces hay quienes se aprovechan de la confusión para envolver…
Me gustaMe gusta
Y gente propensa a ser envuelta, que es lo incomprensible, cuántas veces me he preguntado el por qué se aguanta lo que se aguanta y se tropieza tantas veces con la misma piedra.
La gente no suele cambiar, mi padre siempre me decía que si te engaña una vez alguien la culpa es suya, a la segunda ya es tuya solamente.
Me gustaMe gusta
Los seres humanos llevamos la esperanza clavada en el alma, nos creemos capaces de cambiar a otra persona, de hacerle reaccionar, que si lo intentamos un poquito mas, las cosas podrían ser diferentes (especialmente las mujeres). Creo que es aquí donde radica la razón.
También toca afirmar que hay momentos en que nos toca tirar la toalla, en que nos toca aceptar que no lograremos el cambio, cerrar dolorosamente el capitulo y continuar nuestra historia.
Me gustaMe gusta
Excelente relato….
Estoy muy de acuerdo con todas las opiniones… Y muy en particular con la última tuya. Pués intentar cambiar a una persona, es el error más grande que cualquiera pudiese cometer. Las personas nunca cambian; solamente pueden moderar algunas cualidades, y esto sólo ocurre a través de la transformación que se da con el transcurso del tiempo y las experiencias que deja el mismo.
Me gustaMe gusta
Lo peor es que a pesar de todo lo que leemos, lo que vemos, nunca terminamos de entender este concepto (el del error que significa pretender cambiar a algun ser humano) hasta el dia en que nos toca a nosotros mismos.
Me gustaMe gusta
Muy de acuerdo con eso… Realmente dicen que es de sabios aprender de los errores ajenos… Pero existen enseñanzas que son muy personales, y sólo se asimilan, cuando somos nosotros mismos los protagonistas…
Besitos 😉
Me gustaMe gusta
Gracias, cafetera andante… Eso es lo que digo de todos mis colegas blogueras… SON SABIOS.
Me gustaMe gusta