Sonará cruel pero es sencillo y veraz, el reloj no se detiene. No eres tan importante como para provocar tan colosal paro.
No importa cuantas lágrimas, encerrada en tu habitación derrames porque él te dejó. No importa cuantas horas pases en vela reviviendo los recuerdos de lo vivido a su lado. No importa cuando le pidas a tu Creador la oportunidad de reiniciarlo todo.
De nada vale llorar sobre la leche derramada… ¿Ya para qué? No lograras cambiar el pasado.
Deja de lamerte las heridas y de recibir al sol con lamentaciones inválidas qué no te conducen a ningún lugar. Ya viene siendo tiempo de que te sacudas. Es hora de limpiar el presente y comenzar a olvidar.
Más claro imposible.
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Al parecer recepción alta, clara y fuerte 😀
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Y estando tan claro qué difícil es 😀
Besos y feliz año querida.
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A veces ni así entienden.
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[…] Entonces con respuesta en manos, descubres que no eres tan malo en matemáticas… Que muchas cosas arrojan resultados insospechados… Concluyes en que no necesitas ser Einstein para encontrar las variables de la ecuación en la que diariamente nos envuelve la vida, porque el reloj no se detiene. […]
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