Escribo estas lineas de forma apresurada, no se porque la inspiración me llega justamente mientras me preparo para tu casamiento.
Hoy te casas… Esta boda llegó y se metió en tus planes imponiendo su importancia.
Espero que seas feliz. No conozco a la dama que llevará tu apellido de ahora en adelante, pero espero que todo marche bien.
Tus planes ahora sean duales. Te toca dejar de lado el «yo» y pensar por dos. Que este próximo nivel sea de bienaventuranzas y dichas.