A veces hay mucho ruido exterior, voces que distorsionan tus planes y propósitos.
Por momentos gritan tan fuertemente que te exasperan el alma.
Es entonces cuando te toca ordenarles callar, decretarles el silencio, mandarlos al carajo y regresar a tus propios ideales y pensamientos.
Es curioso. Tú quieres silencio y yo tengo ganas de gritar…
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Sólo requiero silencio del exterior. A veces también gritar a todo pulmón es saludable.
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Hay gente que grita en silencio.
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Asi es. Hay muchas maneras diferentes de hacer las mismas cosas.
Agnyez!
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He sentido eso muchas veces… Quiero silenciar al mundo, para escucharme por dentro.
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Son ruidosos y no te dejan escuchar ni tu voz interior.
Agnyez!
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