Hace unos días que he estado analizando la canción «Mujeriego» de José José donde se vanagloria de todas las mujeres que ha amado. Nunca las ha discriminado, sin importar raza, estatus social, profesión o edad, se declara públicamente adicto a ellas, aun cuando puede ser catalogado como «mujeriego» o «aventurero», para el «todo lo bueno tiene cara de mujer«.
Asimismo realiza un listado donde etiqueta a las féminas: «Las que ríen, las que lloran, las que sueñan, las que aprenden, las que enseñan, las que viven con los pies sobre la tierra, las tranquilas, las de guerra«.
Lo curioso de todo esto, es que se encarga de agrupar a las hembras como diferentes, cuando esto es simplemente falso.
Las descendientes de Eva tenemos la facultad de desdoblarnos sin perder nuestra esencia. La madre puede ser estudiante; la colegiala puede ser comerciante; la amante puede ser cocinera; la maestra puede ser masajista; la escritora puede ser instructora de fitness; la doctora puede ser electricista; la abogada puede ser nadadora olímpica; la encargada del jardín de niños de noche se vuelve stripper… todo esto sin dejar de ser 100% mujer. Todo esto con carmín en los labios y tacones de aguja.
Triunfamos en lo que decidimos hacer. Somos exitosas sin importar la profesión. Y poseemos las mismas cualidades de nuestras abuelas: horneamos galletas, pegamos botones, desinfectamos la casa, cultivamos hortalizas en el huerto, bañamos a las mascotas, tendemos las camas, y enseñamos a nuestros niños a orar todas las noches.
Aun así, los hombres siguen buscando diferentes mujeres, sin lograr entender que una sola mujer puede asumir mil papeles diferentes a la vez.
No puedo sino darte la razón, sobre todo hoy, que he perdido a la que ha sido mi ángel, mi amante, mi confesora, mi musa, mi dueña, mi gloria y mi calvario y que ya sólo será mi amiga.
Todas las mujeres viven en cada una de vosotras.
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Todas las versiones de mujeres en un solo cuerpo, sin dejar de ser quienes somos, ni perdiendo nuestra esencia.
Agnyez!
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Por eso ir descubriendo todas las mujeres que se ocultan dentro de una misma diosa es como saborear una copa de buen vino, un placer largo e irrepetible al que volveremos una y otra vez.
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Las mujeres ostentamos personalidades tan disimiles que tienden a cansar a los hombres que nos acompañan. Un día se hartan de descubrir siempre una mujer diferente a la hora de dormir. Pocos tienen el espíritu de aventurero y la paciencia de artesano para develar el misterio que ocultamos las mujeres en nuestras curvas.
Agnyez!
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Sólo los débiles y los cobardes se cansan de descubriros. Pero para tener la fortaleza de espíritu y poder estar a vuestra altura hace falta mucha práctica y experiencia y ni aun así es posible a veces…
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¡Qué lastima!. No saben ellos de las maravillas que se pierden. 😦
Agnyez!
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Y vosotras os libráis de tener hombres que no están a vuestra altura…
Jack.
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Sin duda, las mujeres sois la mayor creación jamás ideada. Sois fuertes, versátiles, dais vida, sois creativas, sois inteligentes, astutas, emotivas… Sois todo lo que los hombres intentamos ser y no podemos, y por eso, muchos os menosprecian, porque os tienen envidia.
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Que estupidos resultan al no entender que estamos en esta vida para complementarnos.
Agnyez!
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Es así. Realmente las mujeres somos la versatilidad hecha carne, mente y espíritu… Tanto así que muchas veces no sabemos describirnos nosotras mismas, y pasamos la vida entera auto descubriendo cosas que ignorábamos. Ese es el gran encanto de ser mujer, podemos reinventarnos en cada día sin jamás perder nuestra esencia femenina.
Me gustó mucho esta entrada!!!
No me sorprende para nada el talento que tienes Agniezka, sobre todo para dejarte llevar entre las líneas de estos temas. Felicidades!
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Somos seres nacidas del pincel del Creador. Simplemente divinas. Gracias.
Agnyez!
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