Nunca una llamada me había caído tan fríamente en el alma.
No me lo esperaba, el tono me trastornó.
Pensé que la transición sería mas suave por el grado de madurez que ambos nos ufanamos de poseer.
En los asuntos del corazón… cuando los sentimientos hacen acto de presencia… la razón se hace a un lado y no logra manejar todas las situaciones que se llegan a presentar.
Hay tonos, palabras, gestos, que cortan el alma.
Un saludo.
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Gracias por el detalle de responder. Te diré que lo realmente impactante es recibirlo cuando menos se espera.
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Y de quien menos se espera…
De nada por comentar, es un placer 🙂
Un saludo!
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cuelga(le)
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Aquí entre nos te diré, que se cayó la llamada.
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Buenísimo! Aunque yo hubiera dejado que el teléfono cayera de mis manos y echado a correr. Me encantó!
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