Continuación…
Entonces la copa se convirtió en una cena doble. Una pareja los esperaba en un restaurante para cenar. Aunque en un principio se negó, terminó aceptando pues su esposo no estaba en la ciudad. De camino, ese mismo esposo quiso acortar las distancias y hacerse presente en la noche de su esposa. La llamó, ella no contestó. ¿Culpabilidad? Quizás.
Luego de la cena con los clientes la compañera propone al grupo algo de alcohol para pasar la noche. Solo el esposo acepta.
La cita doble fue muy incómoda desde el principio, el caballero que esperaba destacó la belleza de ella, y apenas dándole tiempo a responder le preguntó: “¿Duermen juntos?” La conversación en la cena se centró en la historia de la pareja, que no era pareja.
En otro estado, dos compañeros de oficina se tomaban unas copas en la barra de un bar, mientras se conocían. La mujer prefirió seguir tomando en otro lugar. Siguieron entonces en la misma situación. Otra barra, otro bar, otros tragos, más confesiones, y un beso. Volvieron a cambiar de lugar, eligiendo ahora la piscina del hotel donde se hospedaban.
Durante su cena, ella se encontró a una amiga, quien trajo el tema de la ausencia del esposo. Él volvió a llamarla y ella se levanto de la mesa y le contesto. Ambos mintieron al decirse verdades a medias, diplomáticamente seleccionadas. Cerrando para colmo con un “Te amo”.
La pareja real de la cena tenía fiesta en casa. La pareja ficticia tuvo que ir a resolver algo que ella tenía pendiente. Eso creó el espacio para que se quedaran completamente solos y libres para hablar a sus anchas. Ella se sentía muy cómoda al estar frente a su pasado, la manera en que se sentó encima de la mesa de la cocina fue bastante clara. Buscaron razonamientos lógicos del por qué. Ella fue capaz de gritar sus dudas y admitió amar tanto su presente como su pasado. A los dos los amaba. Armándose de valor su pasado también hizo las preguntas que siempre quiso hacer, a pesar de lo dolorosas que resultaron las respuestas.
Continuará…
que interesante esta publicación, yo estuve pasando por situaciones similares… ver el pasado enfrente, teniendo una persona «presente» al lado; considero que el pasado gana el mérito cuando comienza a ser historia que contar; espero más publicaciones como esta! Te invito a leer mi blog, ¿Cómo saber si eres escritor o bloguero? « Buscando Oficio http://bit.ly/wF1ATX
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Gracias por detenerte a comentar. Tu comentario me llena hoy de responsabilidad y contigo asumo el compromiso de continuar cumpliendo sus expectativas. Me dare una vuelta por su blog, a curiosear un poco. Seguimos en contacto.
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Es un gusto, gracias por tus visitas cuando puedas! Me gustó la canción que posteaste ayer! ya te di follow en twitter para enterarme más rápido de todo, no se si las piernas que dejas ver en tu foto de perfil sean tuyas, pero las medias son un fetiche para muchos hombres, incluyéndome! que estes bien, y arriba ese ánimo!
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Cuando las relaciones se sostienen con alfileres, pasan estas cosas. Simplemente buscar excusas para no afrontar que aglo no funciona. Digamos que el tributo a pagar por este mundo moderno, donde nada se llama ya por su nombre…SAludos
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Le confirmo «Donde nada se llama ya por su nombre»… hermosa frase. Gracias.
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