Finalmente hoy me ha llegado algo de inspiración para sentarme a escribir. Pensé que estos días de vacaciones, lejos de la oficina me ayudarían a inspirarme y redactar unas cuantas entradas más para mi blog.
Que la tranquilidad ayudaría a que las musas me visitaran… no ocurrió así.
Pasé muchas horas tirada en la cama, viendo películas.
La curiosidad de saber porque no he escrito me ha llegado a pensar mucho sobre el tema. Esta ha sido mi conclusión: La oficina me brinda muchas fuentes de inspiración. Es allá donde soy testigo de miles de situaciones, donde acuden a mi múltiples y disimiles historias que dignas de oírse, analizarlas y repetirlas se convierten en entradas con protagonistas anónimos de mi blog.
Me da tranquilidad saber que regresar a mi oficina me abre nuevamente los espacios de inspiración. Tanta tranquilidad no es buena para las musas, se aburren.
Postdata: No me declararé cinéfila, pero he aumentado los elementos de mi historial del séptimo arte.