Ella se acusa de:
– Amar
– Ser débil.
– Ser impulsiva.
– No saber pasar página.
– No concebir mi vida sin tí.
– Llorar.
– No respetarme.
– No saber pedir perdón.
– Acabar con la magia.
– Ser torpe.
Yo me acuso de:
– Amar con los ojos cerrados.
– Ser débil.
– Ser impulsiva.
– No saber pasar página.
– Notar las ausencias en mi vida.
– Llorar como magdalena.
– No respetarme.
– No saber pedir perdón.
– Ser tan realista como para acabar con la magia.
y tú… ¿de que te acusas?