¡Lo admito! Mis métodos no resultan para nada ortodoxos, pero de que a mí me funcionan, me funcionan.
Aposté mi cabeza, con riesgo de un 75% de verla rodar. La dicha estuvo a mi favor y aún la tengo pegada a mi cuerpo.
¡Estoy feliz! Me alegra tanto saber que estoy aquí porque YO quiero estar.
Me declaro orgullosamente una «SuperWoman», sin un traje azul con una S en mi pecho, sin botas altas, ni poderes sobrenaturales. Solo soy una mujer en absoluto control de su vida. Con una sonrisa de satisfacción en el rostro que no logro, ni quiero ocultar.
No pido que logres entender que hice, ni las razones que me motivaron… este es un asunto personal, interno, íntimo. Necesitaba la confirmación propia de las cosas que estoy haciendo, de las decisiones que he asumido como estilo de vida.
Ahora puedo seguir adelante sin tener que mirar hacia atrás, no me hace falta nada de lo que he dejado. Espero ansiosa el camino que el futuro me ha preparado.